martes, 26 de noviembre de 2013

Musicoterapia infantil II

 ¡Hola a todos!



Hoy retomo el tema de musicoterapia infantil para completar la entrada de ayer. Así que.....allá vamos!


Las sesiones de musicoterapia para niños tienen que ser muy estructuradas puesto que cuánto más lo son, más ayudamos al niño a sentirse cómodo en un ambiente previsible y conocido para él. Por eso, en las sesiones son muy importantes las canciones de bienvenida (canciones sencillas y cortas en las que se incluye un saludo personalizado con el nombre del niño). Después se van realizando distintas actividades según los objetivos que queramos alcanzar.


Algunos ejemplos son:




  • Cantar: las canciones son una fuente de aprendizaje de vocabulario y les ayuda a trabajar la correcta formación y estructura de frases y palabras.
  • Audición musical: fomenta la atención, el reconocimiento de sonidos y puede servir para conseguir momentos de relajación durante la sesión. 
  • Juegos musicales: son todas aquellas actividades que tienen como protagonista un instrumento o una acción musical, que están regidas por unas normas que se deben cumplir y que tienen un objetivo a conseguir. 
  • Improvisación musical e instrumental: permite un ambiente flexible en el que el niño es libre de tocar o cantar lo que quiere, siempre dentro de unos límites. Este espacio es muy importante para los niños acostumbrados a un ambiente de aprendizaje muy rígido, y fomenta la expresión espontánea y la creatividad. 
  • Composición de canciones: fomenta la creatividad y la imaginación. El niño puede cambiar la letra de una canción conocida o inventar una nueva melodía. 
  • Viajes musicales: con ayuda de una audición, guiamos la imaginación del niño hacia otro lugar, como si lo metiéramos dentro de un cuento en el que él es el protagonista.
  • Tocar instrumentos: la habilidad que requiere el saber tocar un instrumento implica un desarrollo de ciertas funciones motrices que puede ser un objetivo en sí mismo. Pero también tocar en un grupo o junto al musicoterapeuta implica trabajar la relación con el otro, la espera de turnos, la escucha del otro componente o la coordinación con éste. 


Finalmente la sesión acaba con un final previsible y conocido para el niño, ya sea una canción o una actividad de recogida que faciliten la compresión del final de la sesión. 


Para saber más sobre musicoterapia infantil, puede que os interese esta página. 

¡Espero que os haya gustado esta entrada! Mañana os seguiré informando sobre musicoterapia. 

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