martes, 26 de noviembre de 2013

Crisis de sanación del Reiki



Para finalizar con la terapia Reikista en humanos hoy os hablaré de la crisis de sanación.

Muchos pacientes tras recibir sus primeras sesiones experimentan unos cambios que pueden resultar molestos. Es habitual que en los días siguientes a la sesión se puedan tener sensaciones de náuseas, vómitos, diarrea, dolor de garganta o simplemente pase una semana enfadado o de sentimientos a flor de piel. Con estos sentimientos la persona piensa que el Reiki le ha ido mal y que está peor que antes de empezar las sesiones. Esto se conoce como crisis de sanación.

Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual nuestro cuerpo libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones de pensamiento que nos son nocivos.

Los síntomas mentales-emocionales que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación son la ira,tristeza , miedo,odio y ansiedad.
Los síntomas físicos que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación  son el incremento del sudor, de la orina, vómitos, síntomas de resfriado, fiebre o dolores del pasado.



Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos.

Cuanto más largo sea un tratamiento de Reiki más completos y duraderos serán sus efectos. Una sesión única, actúa sobre las consecuencias y resuelve problemas puntuales. Por el contrario, el Reiki aplicado planificadamente y sin prisas se orienta hacia la causa de los males y armoniza al individuo y su globalidad.

 Por eso también hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto del cuerpo, mente y espíritu.

Alguien puede visitar a un reikista para curarse de una dolencia y al final del tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y mental que produce el reiki.

Toda metamorfosis implica cierto grado de sufrimiento. Mediante el Reiki se reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen sentimiento de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente pero da lugar a esas crisis emocionales que llamamos "catarsis".

Cuando la energía desencadena estos fenómenos traumáticos también conocidos por los reikista como "removidas", el paciente no debe asustarse y abandonar la sesión sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder del Reiki.
Espero que os haya gustado el contenido publicado hasta el día de hoy.











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